Hemos llegado al final de este Campeonato del mundo Sub 20 al cual su anfitrión Argentina no le dió la importancia que tiene por supuesto y valga la redundancia a nivel mundial.
Pienso que al quedar fuera de la competencia de finales ya no le importó la trascendencia de este evento. Evento que Argentina pidió para organizar –porque si hubiera sido en otro país ella ya había quedado eliminada– perdón, pero esto es lo se me viene a la mente viendo la pobreza de los campos de juego, espantosos, indignos de una competencia –a cualquier nivel– gracias a Argentina por el desprecio que nos hizo a todos los que pensamos que ellos aman el fútbol por sobre todas las cosas.
Quedaron para semifinales cuatro equipos en dos llaves que fueron: Uruguay vs. Israel y Sud Corea vs. Italia. Protagonizaron dos partidos no aptos para cardíacos que terminaron ganando Uruguay e Italia por las mínima diferencia. Dentro de pocas horas, este domingo que está a la vuelta de la esquina, se jugará la preliminar por el tercer y cuarto puesto: Israel vs. Sud Corea y el segundo partido la final mundial de este campeonato Sub 20 entre Uruguay e Italia.
Italia nos ha dejado la sensación de que juega los primeros 45 minutos a gran nivel y en el segundo tiempo baja en su producción futbolística. Uruguay es todo entusiasmo, empuja y empuja, más con el corazón que con sus piernas. Estoy seguro que veremos dos grandes partidos, sentados al borde de la tribuna y listos para el salto con los brazos en alto y el grito de ¡¡goool!!! inundando nuestras gargantas.
