El New York Cosmos fue fundado en 1970 gracias a la iniciativa de los hermanos turco-estadounidenses Nesuhi y Ahmet Ertegun, propietarios del sello discográfico Atlantic Records, en aquella época bajo control de Warner Music. Para ello contaron con el apoyo económico del presidente del grupo editorial Warner Communications, Steve Ross, que convirtió al club en un referente deportivo y ayudó a implantar el fútbol en este país.
El 10 de diciembre de 1970 el equipo se inscribió oficialmente en la North American Soccer League, impulsando así al recién creado campeonato que comenzó en 1971. En 1972, su segunda campaña, ganó su primer campeonato después de vencer en la final al St. Louis Stars. A pesar de sus buenos resultados, el equipo no atraía al suficiente número de espectadores. Steve Ross firmó en 1975 un contrato de explotación por siete millones de dólares en conceptos de marketing y retransmisiones. Para amortizar la inversión, Ross fichó a futbolistas estrellas en sus últimos años de carrera con costosos contratos, lo que convirtió a Nueva York en un destino atractivo para los jugadores que quisieran finalizar su trayectoria.
Ese mismo año, Cosmos fichó al campeón mundial Pelé, procedente del Santos FC. La contratación del astro brasileño contó incluso con la colaboración del entonces secretario de Estado, Henry Kissinger, quién instó al jugador a aceptar como una muestra de las buenas relaciones diplomáticas entre Brasil y EstadosUnidos. Con la contratación del entonces considerado “el mejor jugador del mundo”, el número de espectadores en las gradas se incrementó, hasta conseguir un record de asistencia media de 48.000 personas y máximos de 78.000 en 1978, en el Giants Stadium. En la última temporada de Pelé como jugador, New York Cosmos se proclamó campeón de Liga en 1977 tras vencer al Seattle Sounders y el equipo celebró un partido homenaje en su honor frente al Santos de Brasil.
Esta es la historia donde se cierra el ultimo capítulo de Pelé como jugador. Si estadosUnidos hoy compite a nivel mundial se lo debe a un señor llamado Pelé. De la misma manera que España le debe su trayectoria futbolística a un señor llamado Alfredo Di Stéfano.