La revista The Ring clasificó en su momento a Sam Langford como el tercer mejor noqueador de la historia del boxeo, miemtras que una encyclopedia de la misma revista publicada en 1968 lo puso como el mejor peso pesado de todos los tiempos, nada mal para un boxeador con el que Jack Jhonson se negaría a pelear para no perder el título que tenía en sus manos.
ESPN también calificó a Sam Langford como ‘’el boxeador más grande jamás conocido’’, ya que para los expertos de este deporte, el afroamericano marcó un jalón en la historia del pugilismo, pues dentro de sus 210 victorias figuraron estrellas y leyendas que van desde el peso ligero al peso pesado. Lo soprendente para Sam Langford es que tan solo media 169 centímetros y llegó a tener 185 libras de peso, suficientes para derrotar a boxeadores más grandes que él. Tampoco podemos dejar de lado que tuvo dentro del ring a Jack Blackburn, un entrenador considerado como leyenda, dentro de sus pupilos estuvo Joe Louis. Con este boxeador empató en cuatro ocasiones, una victoria para la cuenta de Langford y una descalificación que no contó en record alguno.
Lo único malo del pugilista con 210 victorias en su cuenta, es que nunca pudo intervenir de ir por el título debido a las dificultades que significaba el negocio del boxeo. De todos modos, en su record personal figuran ex campeones mundiales. Aunque hubo una pelea con Joe Walcott por el cinturón de peso welter. Pese a que la pelea acabó en empate, algunos relatos de la época aseguran que Sam Langford debía irse con el cinturón, pero los jueces de manera inexplicable señalaron empate cuando el protagonista de esta nota apenas había salido con un rasguño a diferencia de su rival. La historia dice que le prohibieron a Langford dar golpes de nocaut antes del séptimo round. Recibió tantos golpes que perdió la vista por completo a los 43 años. Unos años antes se había retirado con un impresionante record oficial de 314 peleas, 178 victorias, 126 por la vía del nocaut.
