Creo sinceramente que estamos en un momento de decadencia. Cuando acudíamos a los medios (la radio y los periódicos) podíamos estar de acuerdo con las noticias, con los resultados y hasta con un periodista que había dormido con los pies destapados. Porque todos habíamos escuchado lo mismo y visto el mismo partido de fútbol, no se respondía a ninguna presión porque nadie estaba “casado’’ con nadie. Porque no es lo mismo hablar de un deporte y no haberlo practicado nunca, ha hacerlo cuando se fue parte de la misma disciplina. Estamos “tapados’’ de información falsa y tendenciosa, hablan o escriben con la camiseta puesta… confunden y rebajan los valores… o los aumentan. Creo en la palabra del deportista, ese que en su juventud tenía un sueño y al final se le cumplió, ese que entrena todas las semanas, que vive el momento de llegar a la meta con los brazos en alto…que vive para esos momentos gloriosos. Pero si nunca le pegaste a una pelota, nunca te subiste a un ring o nunca corriste contra un cronómetro de que podés hablar. También estuve mirando en el televisor hace un rato a un joven que no tendría más de 25 años de edad y su tema era el fútbol de hace 50 años. Señores hay una historia, hay resultados que no se pueden cambiar por más palabras bonitas que se le pongan, el tiempo es implacable y todo va cambiando…no estoy contra los cambios, pero hay que saber definir estre los momentos buenos y los malos momentos.
Es todo una publicidad confusa, viene hacia nosotros trastabillando… “que aquel es el mejor del mundo’’… pero señores, si ustede no vieron a nadie, hoy compiten todos los días, ganan millones de dólares – será cierto o todo es una exageración – me cuesta creerlo. Ahora sí, creo que todo es un negocio donde participa la gente de dinero que lógicamente mira la forma de aumentar sus ganancias sin “mojarse los pies’’, vamos a decirlo de otra manera, lo miran como una inversion donde se muestra a los ganadores… a los perdedores nunca.
