Editorial

..

Como emigrantes hay una realidad que nos golpea a cada instante, es la soledad. En la mañana al levantarnos, el primer rostro que reconocemos es el nuestro, es la imagen que nos devuelve el espejo. En algún documento de identidad o en una foto cualquiera – por accidente o casualidad – vemos nuestro perfil y entonces nos quedamos unos momentos observándonos. Nos vemos raros extraños, tan pocas veces tenemos una imagen de nosotros mismos

¿Y saben por qué?. Porque los que nos ven siempre de perfil son los otros, esos que pasan a nuestro lado sin detenerse, mirando de soslayo o en el momento que estamos distraídos.

El perfil no es nuestro, es de los demás.

En este arco iris de pueblos latinoamericanos muchas veces nos confunden pensando que somos todos iguales. Sin embargo, somos tan distintos en algunas cosas. Necesitamos que alguien nos presente, que nos acerque, que nos haga amigos. No queremos una presentación por compromiso, fría e impersonal. Precisamos un acercamiento, como el de los hermanos que hace siglos caminan juntos ignorándose. Sin pensar que por algo hablamos el mismo idioma, sufrimos las mismas penas y tenemos el mismo incierto futuro.

No quiero solo tu nombre y tu mano extendida, quiero saber todo lo tuyo; tu familia, tus amigos, tu tierra, tus maestros, tus ideales. Ya sé, tú eres Pedro y tú María y yo estoy aquí y soy tu PERFIL, tu PERFIL LATINO. Comencemos ahora mismo, en este instante, sin más demoras. Señores la revista es de ustedes.

Gualberto Milán

Deja una respuesta

Your email address will not be published.