En uno u otro caso parece ser que el juego consistía en dos numerosos grupos de personas empeñadas en empujar hasta el campo contrario –valiéndose de pies y manos– una especie de balón. En el año 1700 los estudiantes de las Islas Británicas hacen suyo el juego del balón y empiezan a perfilarse las actuales variantes del fútbol y el rugby.
La diferenciación definitiva tomó carta en el año 1823 en la ciudad inglesa de Rugby, de la que este juego tomó su nombre. En aquella fecha quedaron bien definidas las dos características fundamentales de ambos juegos: el rugby, jugado con pies y manos y el fútbol con los pies y la cabeza –por supuesto– no se me vaya a olvidar. La primera Federación de fútbol fue la inglesa, en el año 1863 y exactamente en 1905 se constituyó en París la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA).
Esta Federación (FIFA) decidió en el año 1928, instituir La Copa del Mundo o Jules Rimet, en homenaje a su presidente.
En el Congreso celebrado por dicha Federación en la ciudad de Barcelona en 1929 se decidió que la primera edición tuviera por escenario la ciudad de Montevideo en el año siguiente (1930), y continuara celebrándose cada cuatro años en una ciudad siempre diferente. La elección de la capital del Uruguay vino motivada por los triunfos olímpicos logrados por este país en los años 1924 y 1928 en Colombes y Amsterdam, respectivamente.
