Con 23 puntos en 18 partidos de Eliminatorias, el combinado cafetero se quedó corto por un punto para conquistar la plaza del repechaje rumbo a la Copa del Mundo en Quatar, pues Perú con 24 puntos y diferencia de gol de – 3, supo administrar mejor la recta final del proceso para quedarse con esa oportunidad de unirse a la familia mundialista.
El fracaso de Colombia se remonta a tres puntos fundamentales, que al conjugarse terminaron con su eliminación y un nuevo sinsabor para la hinchadaTricolor que venía acostumbrándose a no faltar a la cita que se da cada cuatro años.El proceso de Carlos Queiroz comenzó bien, pero la interna del equipo se había roto, generando un ambiente negativo para trabajar, malos resultados y dos derrotas claves ante Uruguay y Ecuador que hicieron insostenible su cargo. Ahora se plantea el segundo punto y tal vez el más delicado, una dirigencia aferrada al poder, enfocada en sus egos e intereses personales. Citando entonces a Queiroz refiriéndose a un directivo: ‘’Trabaja detrás de bambalinas en el fútbol colombiano, aprovechando el poder y los votos que maneja, ejercen presión, para alcanzar sus intereses personales’’.
El tercer hecho pasa por dos circunstancias, la primera es la llegada de un Reinaldo Rueda desgastado, con la moral baja tras un amargo paso por el seleccionado chileno, sin lugar a dudas, una contratación realizada a la ligera y que seguiría dividiendo antes que unir.
Todo lo anterior deriva en un grupo de jugadores desorientados, evidentemente desmotivados y jugando con más corazón que técnica,
La Tricolor dejo de ser un honor y un logro, para convertirse en una carga,una responsabilidad de aquellas con las que se cumple por obligación y no por amor a la camiseta.
